Candela Poó, terapeuta holística especializada en salud y relaciones.
  • INICIO
  • Qué ofrezco
    • Consulta personal
    • Consulta parejas
    • Grupo semanal
  • SOBRE MÍ
  • Contacto
  • Blog

5 ejercicios sencillos para no tener dolor cervical en la oficina

20/7/2016

0 Comentarios

 
El dolor cervical es una queja frecuente entre las personas que trabajan en la oficina. En esta zona del cuerpo acumulamos con facilidad la tensión de largas horas de mala postura y estrés y, como consecuencia, recibimos un mensaje de dolor del cuerpo. Si damos un espacio diario de escucha y cuidado, con cariño y respeto, a nuestras cervicales, tendremos grandes posibilidades de recuperar su salud original.

Algunos sencillos hábitos, como tomar consciencia de nuestra postura y permanecer apoyados en el respaldo sin inclinarnos sobre el ordenador o asegurarnos que la pantalla está correctamente situada a la altura de los ojos para no forzar el cuello, pueden aportarnos grandes beneficios. Hoy, además, te proponemos una sencilla rutina de 5 ejercicios para soltar la tensión acumulada y movilizar el tejido y la articulación.
¡Toma nota!

Antes de empezar... 
-Toma la actitud adecuada: es muy importante hacer los ejercicios relajadamente, dejando tiempo para que el tejido se ablande y la tensión se disuelva, no se trata de hacer muchos sino que sean profundos y liberadores.

-Revisa tu postura: deja que la espalda esté bien apoyada en el respaldo de tu silla, las piernas descruzadas y asegúrate que tocas con toda la planta de los pies al suelo.

1.Respira y suelta.

Recuerda que gran parte del dolor cervical es fruto del estrés y la tensión, así que tómate un momento para respirar profundamente, relajar la mente y "aterrizar" en tu cuerpo. 
Concéntrate en sentir como el aire entra y sale por la nariz, soltando la tensión con cada espiración. Ve dejando que la respiración llegue suavemente hasta tu abdomen. Relaja los hombros, dejando que reposen hacia atrás, afloja el cuello y la mandíbula, deja que la boca se abra ligeramente, relaja la lengua y por último los ojos, dejando que caigan ligeramente hacia dentro de la cabeza. Descansa en esta relajación.

2. Moviliza el tejido.

Sin dejar este estado relajado, masajea hombros y cuello con suaves movimientos circulares. Una vez acabes, rodea con una mano la parte trasera de tu cuello. Inspira profundamente y, cuando exhales, deja que el brazo caiga hacia abajo arrastrando suavemente la musculatura. Haz lo mismo con el lado contrario y repite tres veces con cada brazo.

Picture
Picture

3. Rota suavemente.
Toma un momento para comprobar que cuello, boca y ojos siguen relajados. Coloca la barbilla paralela al suelo y emprende un suave movimiento hacia un lado y otro, como si dijeras que no muy despacito. Repite varias veces ampliando el movimiento a medida que el tejido se vaya estirando y cediendo, sin generar tensión. Finalmente reposa en el centro y siéntete
Picture
4. Abre y estira.
A continuación lleva la barbilla hacia el pecho, dejando que se abra toda la parte trasera del cuello. Cuida de que los hombros permanezcan relajados hacia el respaldo de la silla y tanto los ojos como la boca estén igualmente relajados. Respira profundamente y deja que se ablande el tejido. Vuelve suavemente. Repite 3 veces.
Picture

5. Despliega la columna.
Ahora vamos a estirar toda la columna llevando la cabeza hacia las rodillas por lo que, antes de empezar, asegúrate de tener suficiente separación de la mesa. 
Deja los brazos sueltos junto al cuerpo, abre suavemente la boca y lleva de nuevo la barbilla hacia el pecho, rota suavemente la cabeza a un lado y a otro para acabar de soltarla. Sigue bajando muy lentamente, solo unos centímetros cada vez. Detente cuando notes que se tensiona la espalda o cuando llegues con la cabeza a las rodillas y toma un minuto para respirar, dejar que la columna se abra y la tensión se afloje más y más. Poco a poco vuelve a subir muy despacito, recolocando la espalda vértebra a vértebra de abajo hacia arriba y dejando que las cervicales sean las últimas en retomar la posición erguida.
Picture
Picture
¡Déjate sentir el cambio y date un momento para interiorizar este nuevo estado de tus cervicales!
Puedes repetir los ejercicios a diario, e incluso varias veces por día, pero no dejes de consultar con tu médico si tienes dolores agudos o persistentes.

Y por supuesto puedes apuntarte a las clases emanales o tomar sesiones individuales si sientes que necesitas un espacio regular para cuidar tu cuerpo: 
http://www.candelapoo.com/consciencia-corporal.html
0 Comentarios
    Sígueme en

    Archives

    Enero 2023
    Diciembre 2022
    Noviembre 2022
    Septiembre 2022
    Agosto 2022
    Julio 2022
    Mayo 2022
    Abril 2022
    Noviembre 2021
    Marzo 2020
    Noviembre 2019
    Mayo 2019
    Agosto 2018
    Febrero 2018
    Enero 2018
    Octubre 2017
    Junio 2017
    Julio 2016
    Agosto 2015
    Julio 2014

    Categories

    Todo
    Amarsana
    Amor
    Armonización De Espacios
    Autenticidad
    Autoestima
    Cervicales
    Confianza
    Consciencia
    Consciencia Corporal
    Creencias Limitadoras
    Dinero
    Emprender
    Entrevistas
    Estrés
    Felicidad
    Feng Shui Sagrado
    Meditacion
    Meditación Creativa
    Método Holístico De Autoconsciencia
    Método Holístico De Autoconsciencia
    Pertenencia
    Presencia
    Self-care
    Sueños
    Talleres
    Trabajo

    Canal RSS

Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.
  • INICIO
  • Qué ofrezco
    • Consulta personal
    • Consulta parejas
    • Grupo semanal
  • SOBRE MÍ
  • Contacto
  • Blog