El estrés es uno de los grandes retos de nuestro tiempo.
Aunque el estrés es un proceso natural y propio de situaciones excepcionales, en el ritmo de nuestra sociedad actual nos estamos acostumbrando a vivirlo como algo crónico y habitual. Cuando estamos inmersos en esta situación de forma habitual tenemos que poder hacer un examen interno y ver qué de nosotros se está "enganchando" en este ritmo de vida. Pueden ocurrir varias cosas: que hayamos perdido la capacidad de parar y relajarnos. Que la relación con nosotros mismos no sea saludable y seamos nuestros propios estresores o que haya algo que necesitamos sanar y que nos hace involucrarnos y mantenernos en situaciones, ocupaciones o relaciones no saludables. Si hemos ción de forma habitual tenemos que poder hacer un examen interno y ver qué de nosotros se está "enganchando" en este ritmo de vida. Pueden ocurrir varias cosas: que hayamos perdido la capacidad de parar y relajarnos. Que la relación con nosotros mismos no sea saludable y seamos nuestros propios estresores o que haya algo que necesitamos sanar y que nos hace involucrarnos y mantenernos en situaciones, ocupaciones o relaciones no saludables. Si hemos perdido la capacidad de parar y relajarnos, probablemente en un nivel hemos dejado de darle a la paz, la calma y el bienestar y, por tanto a nosotros mismos, el valor que se merecen. ¿Cuánto hace que no dedicas un rato a no hacer nada o que no te relajas sin culpa? En este caso es necesario revisar por qué necesitamos estar productivos de una forma constante y, a menudo, restablecer la conexión con nuestra capacidad de estar en calma. Para ello es bueno recuperar espacios en la semana para dedicar a aquello que nos de más placer y relación, sea bailar, pasear, meditar o estar simplemente en silencio. Por otro lado, la situación más habitual con la que me encuentro es con una vivencia desproporcionada de ciertas situaciones o crisis que otras personas podrían tomar como un reto o de forma indiferente o simplemente molesta. Cuando ocurre esto tenemos que revisar qué emociones, creencias o vivencias del pasado nos están haciendo vivir de forma tan angustiosa una situación, vernos en la incapacidad de poner límites o forzarnos a hacer cosas que no nos hacen bien. El Doctor, Psiquiatra e investigador de la consciencia David Hawkins, pionero en este enfoque sobre el estrés, expresa así esta perspectiva, de que gran parte de nuestro estrés se origina por nuestras experiencias o emociones previas "La predisposición a reaccionar con miedo, por ejemplo, depende de la cantidad de miedo que ya esté presente en nosotros. Para una persona miedosa, el mundo es un lugar aterrador. Para la persona enfadada, el mundo es un caos de frustración. (...) No es el estímulo externo lo que causa el estrés, sino nuestro grado de reactividad." A menudo detrás de estados de estrés crónico a las circunstancias externas se agregan nuestra exigencia, la falta de confianza en nosotros mismos o la baja autoestima; la rigidez, la necesidad de control, una dificultad para tolerar la frustración o para poner límites adecuados. También sentimientos no resueltos como la culpa, el miedo o la vergüenza y creencias como "no puedo", "no soy válido", "tengo que hacerlo todo perfecto para que me quieran" "si yo no me hago cargo de todo, nadie lo hará" o un largo etcétera. Todo esto genera una carga añadida que nos llena de ansiedad y negatividad. Por último (y a veces simultáneamente) nos encontramos con una tendencia a involucrarnos en situaciones y dinámicas laborales o personales nocivas, donde falta el respeto. Esto suele tener que ver con nuestros conflictos internos por resolver, emociones bloqueadas, traumas y experiencias no sanas, relacionadas con el apoyo, la vinculación, la autoestima, los límites, etc..., hacen que tengamos una gran dificultad de salir de una situación nociva. En estos casos es necesario soltar aquellas creencias emociones o patrones adquiridos o heredados que nos impulsan a involucrarnos en ellas. Estar de forma crónica en estrés es un aviso importante de que algo en nuestra vida no marcha adecuadamente y que debemos mirar atentamente en nuestro interior, preguntarnos si realmente esta es la forma en la que queremos vivir y si estamos dispuestos a hacer los cambios necesarios para superar nuestras limitaciones y poner nuestro bienestar en el centro de nuestra vida. Si ese momento ha llegado para tí y te gustaría que te acompañara, contáctame y hablaremos de ello.
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